La capacidad humana para procesar los alimentos se funda en el funcionamiento eficaz de tres ciclos regulares de ocho horas cada uno. Respetar estos ritmos elementales de nutrición permite un mejor aprovechamiento de la energía, da fuerzas para regular los propios sistemas neuroquímicos y neuroglandulares (hormonas, glándulas principales, neurotransmisores y sistema nervioso). Los ritmos de alimentación positivos favorecen la regeneración, haciendo que con el tiempo el cuerpo cada vez esté más saludable.
Estos ciclos se basan en funciones corporales. Los horarios son aproximados pues lo que se recomienda es escuchar al cuerpo de cada uno. Ellos son:
• Horario de 6 a.m. a 13 hs.
Eliminación: de desechos corporales y restos de alimentos, el organismo se deshace de sustancias tóxicas por las vías digestiva, urinaria, respiratoria y piel.
• Horario de 13 a 21 hs.
Apropiación, ingestión y digestión: se ingieren y digieren los alimentos, son las horas más adecuadas para hacer las comidas más importantes.
• Horario de 21 a 6 a.m.
Asimilación: se absorben y se usa parte de los alimentos que se ingieren, es el tiempo del reposo digestivo; conviene no ingerir alimentos, al dormir el cuerpo asimila lo que tomó durante el día.
Consejos
• Es conveniente cenar temprano de manera que puedan pasar por lo menos tres horas antes de irse a dormir, para que el ciclo de asimilación pueda empezar a su hora.
• Si se cena tarde los alimentos no han sido digeridos y no están listos para ser asimilados, los ciclos regulares se alteran y se sienten los efectos al despertar.
• En cuanto al peso corporal si se ingiere un desayuno, un almuerzo y una cena abundantes, es mucho más el tiempo que el organismo dedica a la apropiación que a la eliminación y el resultado es un exceso de peso. Es necesario respetar los tiempos de apropiación y de asimilación.
Asesoramiento: Marta Costas, asesora nutricional.
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