Cuando nuestra piel está brillante y grasa nuestro rostro se ve afectado ya que en ocasiones presenta puntos negros, espinillas, barros grandes y rojos, lo que ocurre es que las glándulas sebáceas tienen una sobreproducción de sebo, causando que los poros se abran congestionando la piel, dando una apariencia de piel grasa.
A la hora de delimitar el exceso de sebo en la piel existen diferentes formas de hacerlo, una de estas es tener en cuenta que la mayor acumulación de grasa se detecta en la conocida zona T de nuestro rostro que comprende la frente, nariz y mentón, cuando esta zona es grasa y el resto no tiene esa apariencia se le llama piel mixta, pero si los niveles de grasa son altos e iguales en esta zona y en el resto de la cara también se conoce como piel grasa, que puede ser normal o ir acompañada de dilatación de los poros y materia generando incomodidad.
Mascarilla de Fresas
Solo necesitas miel y limón. Mezcla una cucharada de jugo de limón, la clara de un huevo, dos cucharaditas de miel y cuarto de fresas licuadas. Coloca la mezcla en el rostro por diez minutos, luego enjuaga con abundante agua. Los ingredientes mencionados tienen propiedades astringentes por lo que controlarán la producción de grasa y limpiarán los poros dejando tu piel suave y lisa, libre de imperfecciones. Puedes aplicar esta mascarilla dos veces por semana a la hora que desees.
Mascarilla de Café
Necesitas, dos cucharadas de café molido, dos cucharadas de yogurt natural y una cucharada de miel. Mezcla los ingredientes y aplica en tu rostro una buena cantidad, déjala actuar por diez minutos antes de enjuagar con agua tibia casi fría, esta mascarilla ayuda a reducir la apariencia de los poros y eliminar el exceso de grasa.
Mascarilla de Manzana
Necesitas una manzana pelada y sin semillas cortada a la mitad. Pon la manzana en la licuadora y agrega tres cucharadas de miel, mezcla hasta obtener una pasta espesa y aplica en el rostro, deja que actúe durante veinticinco minutos y luego enjuaga con agua fría, puedes añadir sal granulada y convertirlo en una máscara exfoliante natural, aplica una vez por semana y verás un cambio progresivo en tu piel.
Mascarilla de Kiwi
El kiwi es ideal para las pieles grasas ya que se trata de una fruta con altas propiedades astringentes que controlan el exceso de grasa y elimina la mayoría de impurezas del rostro. Simplemente debes pelar el kiwi y picarlo en cubitos, colócalo en el vaso de la licuadora, luego, añade dos cucharadas de yogur natural y bate ambos ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea y compacta, aplica la mezcla sobre la piel limpia con movimientos suaves y déjala actuar unos 15 minutos. Por último, enjuagala con agua fría, aplica una crema hidratante específica para piel grasa para obtener mejores resultados.
Mascarilla de Tomate
El tomate es un antioxidante con múltiples beneficios para la piel, tiene la capacidad de reducir el aspecto grasoso del cutis, es rico en vitamina A y C. Para su preparación solo necesitas un tomate bien maduro, el zumo de medio limón y una cucharadita de Avena. Introduce el tomate junto con el zumo de medio limón y una cucharadita de avena en el vaso de la licuadora hasta que la pasta sea homogénea, aplica la mezcla sobre la piel de la cara y déjala actuar durante unos diez o quince minutos antes de retirarla con abundante agua tibia. Tu piel se volverá más suave pero sin notar sequedad.
Recuerda que todas estas mascarillas las puedes utilizar siempre y cuando no tengas un acné prominente ya que puedes causar daños a tu piel si es así es mejor que acudas al dermatólogo para evitar daños severos, el te mandara el tratamiento indicado ya sea con lociones o pastillas.
Yolanda García.
Nutricionista Dietista.
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